La llegada del nuevo siglo trajo muchos cambios, como las conversaciones de la Asamblea número 55 de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) que se reunió para conversar los problemas del mundo actual. En estas reuniones se dieron cuenta de que la población mundial había aumentado drásticamente y que el calentamiento global era algo real a lo que se tenía que reaccionar prontamente. Las sociedades habían crecido mucho alrededor del consumo masivo y cada vez estaban llevando vidas mucho menos insostenibles. Todos compraban y producían sin tener en cuenta las repercusiones de este aumento en el mercado, volviéndose cada vez menos sostenible y amigable con el medio ambiente.
Ante los problemas encontrados decidieron aprobar la Declaración del Milenio, un proyecto para volver el mundo mucho más pacífico, próspero y justo. Para lograr estos objetivos determinaron 8 objetivos claves, y dentro de cada uno se establecieron unos parámetros e indicadores para poder cuantificar los logros conseguidos en un periodo de tiempo, el cual terminaría en 2015. A estos ocho objetivos se les llamó los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM).
La ONU logró sintetizar en estos 8 objetivos lo que se consideraba en su momento que eran los retos más grandes de la humanidad. Al concretar estos retos, se les empezó a buscar soluciones, lo cual la Asamblea de la ONU facilitó mucho a nivel mundial porque ya había planteado los problemas, lo que hizo que fuera mucho más sencilla la búsqueda de alternativas para solucionar estos problemas.
Se plantearon estos retos con el objetivo de establecer “cómo tenía que ser el mundo del siglo XXI” y cada uno de estos objetivos surge de problemas específicos para el año 2000. Por ejemplo, el primer objetivo tenía como propósito entre los años 1990 y 2015 reducir a la mitad el porcentaje de personas que tenían ingresos inferiores a 1,25 dólares al día. De acuerdo con las cifras del Banco Mundial , el porcentaje de personas en situación de pobreza extrema disminuyó a su nivel más bajo, que fue de 10%. Esta reducción fue calculada en el 2015, año en el cual se cuantificarian los logros conseguidos por los ODM.
Durante estos 15 años, gracias a los ODM se impulsó el progreso en muchas esferas, porque se logró informar a la gente y se empezó a tener la necesidad de encontrar soluciones a estos problemas. Se progresa en grandes avances en contra del SIDA/VIH y de otras enfermedades como la tuberculosis y la malaria; se iniciaron movimientos para promover la importancia de la educación básica y se mejoraron los servicios de salud de muchos sectores.
Muchos otros logros se cumplieron y los retos a nivel mundial cambiaron, se mejoró en muchos de los retos, pero todavía hay muchos que siguen presentes o en los que se debe mejorar. Por lo que en el 2015 la Asamblea de la ONU se volvió a reunir y firmaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), fueron adoptadas en el 2015 por las Naciones Unidas, “como un llamamiento universal para poner fin a la pobreza, proteger el planeta y garantizar que para el 2030 todas las personas disfruten de paz y prosperidad”.
Se adoptaron 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, los cuales se hicieron con el propósito de reconocer la importancia de la sostenibilidad social, económica y ambiental en el desarrollo actual. Se construyeron para continuar con el propósito de los ODM y abordar los problemas más urgentes a los que se enfrenta la sociedad de hoy en día, y buscan reafirmar el compromiso internacional que tienen los países de poner fin a estos problemas.
Uno de los problemas abordados en la Asamblea de la ONU debido a su importancia actual es todo el tema relacionado con la vida submarina y la protección de esta. La relevancia de este ODS llevó a que el 17 de junio de 2022 los miembros de la OMC adoptaran un Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca para conservar y fomentar el uso responsable de los recursos marinos, de los océanos y de los mares, y lograr un desarrollo sostenible que genere el menor impacto posible en el ecosistema.
En el presente ensayo se abordará cómo debe ser la implementación de este acuerdo en el sistema colombiano, y cuales son los mayores retos a los que se enfrentara el país con los nuevos acuerdos en busca de la protección marina.
No es un misterio que la pesca y el cambio climático ha perjudicado mucho a los océanos, y es por eso que “Oceana” la mayor organización internacional enfocada en conservación de los océanos, protección de los ecosistemas marinos y las especies marinas que se encuentran amenazadas o en vía de extinción, determinó algunas de las desastrosas consecuencias que tienen para los océanos la pesca industrial.
La sobreexplotación de las poblaciones de peces trae muchas consecuencias en especial a largo plazo, ya que la mayoría están en un 33% sobreexplotadas. y es muy difícil que estas poblaciones se recuperen luego de esto y puede ser un proceso que se demore años, retrasando el ciclo de recuperación de la población, por lo que la pesca podría conducir a la extinción total de muchas de estas especies. La pesca, capturas incidentales, desechos arrojados y demás, ponen en riesgo los océanos y las poblaciones marinas.
Ante la importancia de la protección de la vida marina los miembros de la OMC decidieron adoptar el mencionado Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca el 17 de junio de 2022 en la Conferencia Ministerial de la OMC que se realizó en Ginebra. Este representa un avance muy importante para la sostenibilidad de los océanos ya que prohíbe las subvenciones a los buques y operadores que se dedican a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), y elimina la financiación para la explotación de las poblaciones que se encuentran sobreexplotadas. Este acuerdo también prohíbe las subvenciones a la pesca en alta mar, si las actividades se están realizando fuera de la jurisdicción de una organización regional de ordenación pesquera (OROP).
Este acuerdo “establece la creación de un marco global que reduzca los subsidios a la pesca ilegal, no declarada y no regulada; los subsidios a la pesca de poblaciones sobreexplotadas; y los subsidios a los buques que pescan en alta mar no regulada.” Adicional, contempla otras medidas que se orientan a que debe haber una mayor transparencia y responsabilidad en cuanto al apoyo que brindan los gobiernos al sector pesquero.
Este acuerdo llevó a que los países reconocieran la problemática que hay detrás de estas subvenciones, y es que muchas veces se utilizan para fines perjudiciales como la pesca ilegal, sobreexplotada y demás. Es por eso, que el acuerdo permite concientizar a los países de la importancia de adoptar estas medidas para proteger la vida marina, y permite que se cumplan los ODS.
La implementación de este acuerdo es muy importante, ya que representa un gran avance en cuanto a la sostenibilidad de los océanos al prohibir las subvenciones que se vayan a utilizar para la pesca perjudicial y deterioro del ecosistema marino. Este acuerdo, también representa un logro histórico al negociarse 20 años y ser la primera meta de los ODS que se cumple plenamente al haber un acuerdo multilateral de por medio, y es el primer acuerdo de la OMC que tiene como centro el medio ambiente y normas sobre la sostenibilidad de los océanos.
Al regular las subvenciones de pesca que otorga cada gobierno se está cumpliendo con la implementación de un desarrollo sostenible, ya que en la medida que disminuyan estan subvenciones, también van a disminuir las pescas ilegales, no declaradas, no reguladas o de sobreexplotación que se están aprovechando de estas subvenciones y por ende va a haber una mayor protección y contribución al medio ambiente. Este fin de los subsidios perjudiciales, se ha considerado como un avance clave en la sostenibilidad de los océanos.
La Directora General de la OMC Ngozi Okonjo Iweala también menciona la importancia de poner fin a las subvenciones perjudiciales para promover una economía azul “Todos sabemos que una economía azul saludable, productiva y sostenible es aquella en que nuestros océanos se recuperan, nuestras poblaciones de peces también sean saludables, y en que los pescadores y las pescadoras que dependen de esos recursos siguen ganándose la vida decentemente” . El acuerdo tiene como propósito fomentar la economía azul de la cual habla Ngozi Okonjo, una economía que construya y no destruya, en la cual se propone que todos los países se unan y trabajen como uno en aras de preservar el ecosistema y vida marina.
Para la implementación de este acuerdo en Colombia, primero es importante tener en cuenta que la negociación fue presidida por el Embajador Colombiano Santiago Wills, por lo que Colombia ha estado muy comprometida con el desarrollo sostenible del sector pesquero. De hecho, no es el primer documento que Colombia firma en materia de ODS, ya que también se firmó el documento CONPES 3990 del 31 de marzo de 2020, el cual se busca que impulse el desarrollo sostenible de los océanos y que este tenga en cuenta los ODS. Por lo que el Acuerdo de Subvenciones de Pesca, no es el primer documento en materia de regulación de actividades económicas que se desarrollan en el océano.
Colombia busca convertirse en una potencia bioceánica, implementando estas regulaciones para poder aprovechar su potencial al ser uno de los veintiún países que tienen acceso a los dos océanos, y poder seguir preservando el cuidado del medio ambiente y reducir el impulso del cambio climático. Debido a esto, es que cuenta con varias entidades para coordinar la ejecución de la políticas de este sector, como la Dirección de Pesca y Acuicultura, el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural, Incoder, y el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA).
Estas entidades cumplen diferentes funciones, como formulación de políticas, seguimiento, acompañamiento, fortalecimiento y demás, todo con el fin de procurar que se cumplan con las políticas de la pesca y acuicultura correctamente. Sin embargo, no hay ninguna entidad que se encargue de la vigilancia y acompañamiento de las normativas determinadas en el Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca. Por lo que se podría implementar dentro de las funciones que tienen estas entidades la de vigilar que se esté cumpliendo lo establecido en el acuerdo y adicional que se asigne a un grupo de profesionales para que acompañen a los sectores que tienen acceso de primera mano a la pesca y necesitan de esta, para que realicen la debida transición y asesoramiento para que estas comunidades no pierdan sus actividades tradicionales como la pesca, y que puedan realizar estas actividades bajo un marco mucho más amigable con el medio ambiente, favoreciendo a las futuras generaciones.
En cuanto a los retos que tiene Colombia con la implementación de este acuerdo, es que como ya se mencionó, Colombia es uno de los países privilegiados que tiene acceso a los dos océanos, porque lo que hay bastantes comunidades que se han localizado cerca a estos puntos de acceso para aprovechar los recursos que estos les brindan. La mayoría de estas comunidades vive de la pesca y debido a la situación del país, muchas solo viven de esta pesca porque viven lejos de la capital o porque a sus sectores no llegan tan fácil otros productos que pueden sustituir el pescado, como la carne.
La implementación de este Acuerdo trae grandes retos para Colombia, porque varias de las poblaciones acá viven de los recursos que se obtienen por medio de la pesca o las actividades económicas que se realizan en los mares. Por lo que se debe hacer una análisis especial sobre los efectos que puede tener aplicar radicalmente dicho Acuerdo en Colombia, teniendo en cuenta las condiciones socioeconómicas y culturales de la mayoría de las personas que viven de la pesca, o que realizan la mayoría de sus actividades de enriquecimiento en el mar.
Además, es importante tener en cuenta los ecosistema acuáticos colombianos, ya que estos son bastante extensos y tienen una gran variedad, y por eso no sería pertinente aplicar de igual forma el Acuerdo o todos los rincones del país, porque puede ocurrir que no todos se adapten igual, al igual que puede ocurrir que algunas de estas comunidades no estén de acuerdo debido a que viven de esta pesca y la explotación de esta.
Lo anterior en cuanto a los retos sociales y culturales a los que se podría enfrentar el Estado Colombiano al implementar este acuerdo. Ahora en cuanto a los retos jurídicos, se encuentra el trámite y la implementación de este como tal en nuestro ordenamiento jurídico. Este obliga a los gobiernos a hacer públicos los detalles de las subvenciones que conceden a las flotas o a los operadores pesqueros y también busca la creación de un Comité de Subvenciones Pesqueras para que se reúnan al menos dos veces al año para revisar la información que presentaron los gobiernos. Con esto se busca que los gobiernos dejen de malgastar el dinero en subvenciones perjudiciales, y que se inviertan esos fondos en una mejor gestión de los recursos pesqueros.“Los gobiernos gastan cada año unos 35.000 millones de dólares en subvenciones a la pesca, de los cuales 22.000 millones se destinan a subvenciones perjudiciales” y destinar estos fondos en mejores inversiones, va a disminuir las pescas perjudiciales y a su vez va a ayudar al medio ambiente.
Por lo tanto, se puede concluir que el Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca, surge ante la iniciativa de la ONU de identificar los problemas que más afectan en la actualidad y la realización de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, como una búsqueda de solucionar todo lo relacionado con la afectación de la pesca y el cambio climático en los océanos y la vida marina. La crisis climática es una de las mayores problemáticas del siglo XXI en cuanto a que depende la diligencia que adopten los países, encontrar algún tipo de reducir o eliminar la propagación de los perjuicios que esto genera.
Es por eso, que Colombia y la OMC tiene una responsabilidad muy grande en la materia, porque las decisiones que se tomen en la actualidad son las que van a determinar el curso de estos problemas y retos que surgen del paso del tiempo y de la explotación de los recursos que se pueden encontrar en los ecosistemas marinos. Por lo que el Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca tiene como propósito informar, concientizar y fomentar la búsqueda de soluciones para poder combatir los inconvenientes que surjan.
Los inconvenientes con el Acuerdo pueden surgir en su implementación, ya que cada país tiene su propia regulación en materia de pesca, al igual que cada uno tiene su propia biodiversidad y no se pueden aplicar las normas de igual forma para todos. Razón por la cual para la aplicación del Acuerdo es importante que los países hagan un análisis detallado de lo que está ocurriendo particularmente bajo sus jurisdicciones para encontrar la forma más adecuada de aplicar las normas del Acuerdo, sin vulnerar los derechos de los nacionales o de los residentes en Colombia que obtengan algún beneficio personal de las actividades que se pretenden restringir.
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